Ella no deja de alimentarme a base de su gracia, llenarme de su encanto y abastecerme de su sonrisa.
Yo, la mantengo viva, menos hermosa, imposible! Sana? estar sano es no contraer gripe? o vivir con la panza adolorida? como yo, por ejemplo., entonces sí, está sana.
Aún cuando nunca sabrá sobre estas líneas, ni cuanta indiferencia le han dado, quienes debieron amarla, ni si necesita dinero para esto o aquello. Ella, mi "renacuajita" está sana y viva! Y mientras respire, sin conciencia de la nada absurda, yo tengo que vivir, tengo que permanecer, nutrirme las ganas y volvérmelas a nutrir lo que sea necesario, por ella.
Mi niña de platino, -quien sin aportar-, vale más que cualquier cosa cuantificable.
Cuántas veces he querido rendirme, hacer una pausa, permitirme flaquear, llorar, escapar, huír! Cuando el amor te reclama, no hay lugar para las pausas, para las quejas, para dormir. Cuando un ser tan desvalido se alimenta de tu energía, no puedes dejar de recargarte, de culivarte. Esa sed viene sola, se te atraviesa en la médula y te empuja con mayor fuerza cada día.
Los especialistas en lo especializado, dicen que la fatalidad aparecerá, haga lo que haga para retardar los efectos de la enfermedad, y aún sin hacerlo. La genética lo escribió y es una realidad más que posible. La ciencia de la cura se tarda, y entre tanto pasa media vida más, incierta.
Quiero más fuerza, más ganas, más médula, ser dura hasta los tuétanos.Por ella, la criaturita felíz, con vida simple pero dudosa, con vida inocente y sutil. Vestida de cielo.
No sé que viene, pero estimo estar preparada, para vivir más que ella y vivir luego,a pesar de su ausencia, cuando llegue, porque llegará. Nunca se sabe, ella, su vida, es incierta. Es la vida incierta que me fortalece.
